martes, 21 de diciembre de 2010

Una bacteria que puede vivir en arsénico

Lago Mono, California.
Un equipo de expertos de la N.A.S.A acaba de anunciar un nuevo descubrimiento que vuelve a dar fuelle a las espectativas de que haya vida extraterrestre. Y es que hasta ahora jamás se había detectado una bacteria que no sólo es capaz de vivir en un medio rico en arsénico -uno de los venenos  más tóxicos de la naturaleza- sino de incorporarlos a sus proteínas y a su ADN. El descubrimiento se ha realizado en el lago Mono, en California, un lugar tres veces más salino que lo normal.
Las bacterias, de la familia de las halomonadáceas, se pueden considerar unos especiales organismos extremófilos, es decir, formas de vida capaces de desenvolverse en condiciones naturales extremas como altísimas o bajísimas temperaturas, acidez o salinidad. Los extremófilos interesan a los investigadores que idean estrategias para buscar formas de vida extraterrestre: si en la Tierra hay organismos capaces de vivir en entornos poco comunes y difíciles, se amplían las posibilidades de que exista o haya existido la vida en otros rincones del universo, tal vez, otros planetas o lunas del Sistema Solar, en condiciones extrañas y hostiles. Estas halomonadáceas son realmente extraordinarias, las primeras que se conocen capaces de utilizar así el arsénico.

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